Constituyen quizás, las profecías de Garabandal, el punto más llamativo que corre de boca en boca, el que más se anuncia para que crean, por su inevitable cumplimiento futuro, los que antes las oigan, y también, por que no reconocerlo, por el morbo que a algunos producen sus nubarrones apocalípticos. Podemos dividirlas en función de su mayor o menor relevancia, y de su consumación ya pasada o futura.
Profecías menores.

Ya consumadas

Son todos los milagros y éxtasis, avisados con días u horas de antelación, que se producen siempre con exactitud, destacando entre tantos, el Milagro de la Sagrada Forma.
Es una característica de Garabandal: los milagros son profetizados.

Pendientes de consumación

Profecías que se cumplirán sobre ciertas personas coincidiendo con el cumplimiento de una de las profecías mayores.

En este sentido, están profetizadas curaciones científicamente imposibles sobre personas muy concretas.

Benedicto XVI será el último Papa antes de los tiempos finales, que NO es lo mismo que el fin del mundo.

Profecías mayores.

Todas pendientes de cumplimiento, por orden cronológico:

	El Aviso, de la Misericordia de Dios.
	El Gran Milagro, de la Gracia de Dios.
	Una Señal Permanente, hasta el fin del mundo.
	El Castigo (condicional), de la Justicia de Dios

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