Al tercer día hubo una boda en Caná de Galilea, y estaba allí la madre de Jesús. Fue invitado también Jesús con sus discípulos a la boda. No tenían vino, porque el vino de la boda se había acabado. En esto dijo la madre de Jesús a éste: No tienen vino. Díjole Jesús: Mujer, ?qué nos va a mí y a ti? No es aún llegada mi hora. Dijo la madre a los servidores: Haced lo que El os diga. (Jn 2,1-5)


El Gran Milagro, de la Gracia de Dios

Las imágenes que tras el Aviso se verán puede que aún borrosas en nuestras almas, gracias al Gran Milagro, y con nuestro consentimiento, se harán claras y nítidas como un cielo estrellado (Mc 8, 22-26). Son, el Aviso y el Milagro, los dos pasos de la Gracia y la Misericordia de Dios, entre los que se arropa una decisión libre del hombre, que el Maestro ha consentido excepcionalmente a Su madre, a pesar de Su disgusto natural por dar señales del cielo a generaciones incrédulas (Mc 8,11-13). El Buen Pastor, no viene por una, sino por todas Sus ovejas descarriadas, tesoro de sus almas para El inapreciable, siendo como es el mismo Dios.

Los datos que tenemos son los siguientes:

Será un Milagro muy grande, mayor que el de Fátima, tan grande y espectacular como el mundo necesita.
Se producirá en un intervalo menor de un año a partir del Aviso.
Conchita sabe la fecha exacta, y deberá avisar con 8 días de antelación.
Será visible en Garabandal y desde los montes circundantes.
Será un jueves, coincidiendo con la festividad de un Santo mártir de la Eucaristía.
Coincidirá con un acontecimiento de la Iglesia poco usual, que no ha tenido lugar durante la vida de Conchita.
Tendrá lugar a las ocho y media de la tarde.
Ocurrirá entre los meses de Febrero y Junio, y entre los días 8 y 16 del mes y año que esté destinado.
Durará entre diez minutos y un cuarto de hora.
No será preciso que los videntes estén presentes durante el acontecimiento.
Los enfermos que estén presentes serán curados y los incrédulos recobrarán la fe.
El P. Pío y el Papa lo verán donde estén.
No habrá la menor duda que el acontecimiento es obra de Dios para nuestra salvación.
El Milagro es tan impresionante, que moriríamos de felicidad sino se nos concediese una gracia especial al verlo.
Al Padre Luis M: Andreu se le concedió la gracia de ver el Milagro, y murió a los pocas horas invadido de una inmensa felicidad.
Fruto del Gran Milagro, quedará una señal permanentemente visible en los Pinos de Garabandal hasta el fin del mundo.


Una Señal permanente, hasta el fin del mundo

Como consecuencia del Gran Milagro, quedará una señal visible hasta el fin del mundo en los Pinos de Garabandal. Podrá filmarse y fotografiarse, pero no sera tangible. Será un testimonio permanente, de lo que allí obró la Gracia y la Misericordia de Dios para salvar al mundo.

volver
(Resumen de los datos aportados por las mismas videntes, que los recibieron de forma directa).