Vio, pues, la mujer que el árbol era bueno para comerse, hermoso a la vista y deseable para alcanzar por él la sabiduría, y cogió de su fruto y comió, y dio también de él a su marido, que también con ella comió. Abrieronsé los ojos de ambos, y viendo que estaban desnudos, cosieron unas hojas de higuera y se hicieron unos cinturones. Oyeron a Yavé Dios, que se paseaba por el jardín al fresco del día, y se escondieron de Yavé Dios el hombre y su mujer, en medio de la arboleda del jardín. (Ge 3,6-8)

Dice un antiguo proverbio hungaro que "Adan comió la manzana, y todavía nos duelen los dientes". La historia de Garabandal comienza, de refilón, con unas manzanas y las almas inocentes de cuatro niñas de 11 años. Cualquiera podría pensar, que de ahí al episodio del Génesis hay un abismo insensato, pero tal no parece si consideramos que el pueblecito San Sebastián de Garabandal bien podría ser la puerta del Paraiso, y más aún, si fuera la Santísima Virgen la nueva Eva que nos tiende en su mano el fruto de la salvación, colirio que abre los ojos al bien y alimento para la vida eterna; Jesús en Su Cuerpo y Su Alma, en Su Sangre y Su Divinidad, auténticamente presente en la Eucaristía, oculto en su Sagrado Trono de los Sagrarios del mundo, y que es hoy, a Su pesar, un Rey solitario.
Primeros hechos:

El 18 de Junio de 1961, domingo por la tarde, cuatro niñas: Conchita, Mari Loli, Jacinta y Mari Cruz, jugaban como de costumbre en la plazoleta del pueblo San Sebastián de Garabandal (VER MAPA). Deciden, las dos primeras, tras corta deliberación, ir a "coger" manzanas a la huerta del señor maestro. - !No es que precisamente desborden piedad!

En plena faena les sorprenden las otras dos, y entre las cuatro se las comen a gusto. De repente, una luz de trueno presagia justicia, pero primero a Conchita y luego a las demás, se aparece un ángel sonriente, radiante de una luz que no daña la vista, el Arcangel San Miguel, que, como suele ocurrir casi siempre, las deja atemorizadas. Lo cuentan entre sollozos en el pueblo y la gente recela, pero las apariciones del ángel continuan, hasta que un día rompe el silencio y les anuncia que la Santísima Virgen, bajo la advocación del Carmen, vendría a verlas personalmente.

El 2 de Julio de 1961, domingo, se cumple en efecto el anuncio del Arcángel y la Santísima Virgen acude a su encuentro, reza con ellas el Santo Rosario, y les habla durante bastante rato para el asombro de curiosos e incrédulos. Fue el comienzo de los grandes hechos que vinieron posteriormente.

volver

Para cualquier comentario dirigirse a la dirección de email: pinos.garabandal@ono.com