Carta escrita por una de las videntes
Por Mari Cruz, 19 de septiembre de 1962..


Querido Padre en Nuestro Señor Jesucristo:

Yo le doy a Vd. muchísimas gracias por todo lo que Vd. se acuerda de mí y por las estampas tan bonitas que usted me manda, pues yo también hubiera ido bien contenta con Loli a verle, pero a mí la señora que llevó a Loli no me dijo nada, a las otras les dijo que si querían ir pero a mi no, es que no quería llevarme.

Es que a mí la gente no me quiere porque yo veo menos a la Virgen, pero eso nada importa, yo quiero mucho a la Virgen y yo quiero lo que Ella quiera.

Ya hace unos días que no la veo, pero yo la quiero como cuando la veía.

Y sin más por hoy me despido de Vd. y pido perdón por mis faltas.

Firma: María Cruz

Nota: Evidentemente, estas lineas demuestran hasta que punto la niña quería tener la Visión y no la tenía. Su testimonio, es sin duda la prueba clara de que no se trataba de un juego de niñas. El hecho de ser escogida por la Virgen para ser su instrumento menos favorecido de gracias extraordinarias, coincide simbólicamente con su segundo nombre, y seguramente la Virgen, con la que comparte el primero, le tiene más que una especial predilección.

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